Enmarcado por cerros que representan los cuatro puntos
cardinales, emerge Tehuacalco como gran centro ceremonial de culto a la lluvia en el municipio de Chilpancingo.
|
Vista panorámica de la zona arqueológica |
TEHUACALCO.- Es uno de los pocos señoríos
de finales de la época prehispánica, que nunca pudieron ser dominados por los
mexicas, fue abierto al público el 16 de diciembre de 2008.
|
Plano de la zona arqueológica |
El Proyecto Arqueológico Tehuacalco representa la conjunción de esfuerzos
federales y estatales para investigar las culturas prehispánicas, difundir la
identidad guerrerense y sus raíces históricas, y diversificar la oferta turística en el Estado de Guerrero.
Brindan cuatro recorridos: el de monumentos prehispánicos, el de los
petrograbados, el de paisajes rituales con los cerros y el relativo a la flora
y fauna del lugar.
|
Ecosistema en la zona arqueológica |
En esta zona
arqueológica conocerá los espacios sagrados de los grupos prehispánicos que
habitaron este lugar, su arquitectura, los petrograbados, la importancia del
horizonte y la observación de los astros, así como disfrutará de un entorno natural
que fue integrado en la edificación de Tehuacalco desde época prehispánica.
Significado del nombre
|
Petrograbado símbolo de Tehuacalco |
El nombre de Tehuacalco fue otorgado por los grupos nahuas, que llegaron
después de la conquista para suplantar a las etnias locales que estaban en franca
extinción. Posee varios significados como “Lugar de las cajas de piedra”:
tetl-huacalli-co en alusión a los grandes basamentos piramidales o a los
morteros rituales presentes en varios bloques circundantes; “Lugar de casas de sacerdotes”: teo-hua- calli co refiriéndose
concretamente a la existencia de los templos, y “Lugar de la casa del agua sagrada”: Teo-atl calli-co este concepto
tiene relación con las evidencias arqueológicas, al concebirse el sitio como un
gran santuario al agua.
Localización de la zona arqueológica
Tehuacalco se encuentra en la porción Sur de la Región Centro del Estado de
Guerrero, a 3.5 hrs. de la Cd. de México, 40 min. de Acapulco y 35 min de la
Cd. De Chilpancingo, se ubica en el municipio de Chilpancingo, cerca ya del
límite con el municipio de Juan R. Escudero y de la ciudad de Tierra Colorada.
Acceso
Se puede acceder por la autopista del sol, donde es necesario desviarse hacia
la Cd. de Tierra Colorada y tomar hacia el norte hasta el crucero de la
comunidad la Haciendita, kilómetro 57; si se viaja por la carretera libre
México-Acapulco (carretera 95) el crucero se ubica al sur de la comunidad de
Carrizal de la Vía o al norte de Tierra Colorada.
|
Museo del sitio |
Servicios disponibles
Existe
circuito de visita guiada y senderos para los visitantes. También cuenta con
museo del sitio, recepción, guarda bultos, sanitarios, aéreas de descanso,
centro de interpretación, señalización y estacionamiento. Se cuenta con un área
para comer en caso de que se quiera llevar alimentos o refrigerios. En las
cercanías hay restaurantes locales, enramadas con expendio de alimentos,
alberca natural y un río de corriente permanente donde se puede nadar.
|
Área para comer |
Antecedentes históricos y arqueológicos
Tehuacalco se halla adentrado en el territorio que al final de la época
prehispánica era conocido como el Yopitzingo, careciendo hasta ahora de
investigaciones arqueológicas que versen sobre los yopes.
|
Basamento estructural de la zona arqueológica |
De manera inmediata,
el conocimiento que poseemos de los yopes se debe a escasas referencias e
ilustraciones en el Lienzo I de Chiepetlán y en el Códice Tudela, así como
breves menciones de fray Bernardino de Sahagún, fray Juan de Torquemada y fray
Diego Durán, entre otros.
En general, sabemos que los yopes era un grupo semisedentario, sin un centro rector, aunque usando la representación en el Códice Tudela, donde se asocia
una coa y un hacha de metal, Vié-Wohrer (2002) considera que los yopes conocían
la agricultura y la metalurgia. Se ha llegado a mencionar que poseían un
desarrollo similar a la etnia de los tlapanecos, con quienes estaban
emparentados.
|
Indio Yope |
Existen
contradicciones en cuanto a la naturaleza de los indios yopes, ya que también
se menciona que eran bárbaros y toscos, lo que ha generado que se piense de
ellos como una sociedad semisedentaria. Muchos de los calificativos aplicados a
los yopes fueron con fines ofensivos a partir de la historiografía mexica.
Tehuacalco posee una larga ocupación
que se remonta poco antes del año 650 dC., en ese momento su situación
geográfica y el entorno le favorecieron para constituirse como un gran centro
ceremonial. A lo largo de los siglos siguientes, fueron edificados los grandes
basamentos piramidales hasta alcanzar su máximo apogeo hacia el año 1000 dC.
Tras la decadencia de Tehuacalco a partir del 1350, comenzó un proceso de
desocupación, aunque algunas estructuras y las cuevas continuaron con un uso
ritual, y otras porciones del sitio fueron ocupadas habitacionalmente.
El yopitzingo
El territorio yope o yopitzingo abarcaba los actuales municipios de Ayutla,
Tierra Colorada, parte de Acapulco y de Chilpancingo, y tenia como área nuclear
el río Papagayo, el rió Omitlan y Ayutla.
El
yopitzingo limitaba al poniente con un área extensa de grupos con lengua
tuzteca, mientras que hacia el noroeste se mezclaba con pueblos de lengua
tepuzteca y camoteca.
Los linderos
del norte fueron marcados por las guarniciones que colocaron los mexicas entre
los años de 1475 y 1519 para contener y hacer frente a los yopes: Chilapa,
Tzumpango o cerro Tzompantli, Quechultenango y Hueycantenango.
Tras la
conquista, los yopes quedaron asentados en Ayutla, San Marcos y poblaciones
esparcidas como Anaquilco, al poniente del rio Papagayo, Chilpancingo y una
comunidad de Atliaca que se llamo Acatempa. Al igual que muchos indígenas , los
yopes fueron afectados por las enfermedades y la sobrexplotación del régimen
novohispano. Nunca pudieron ser aculturizados totalmente, lo que generó una
gran rebelión en 1531 desde el poblado de Cuautepec, que ocasiono inestabilidad
en la región de la costa chica y el abandono de poblados. La rebelión yope fue
aplastada por un contingente armado de la corona española, que acabo casi por
completo con los indígenas rebeldes. Los yopes que sobrevivieron terminaron
abandonando los asentamientos creados por los españoles y se internaron en las
serranías, hasta desaparecer como grupo cultural.
Características del sitio arqueológico
|
La encinera |
Es el remanente de un asentamiento prehispánico que se ubica en el desemboque
de un largo corredor intermontano, que seguramente comunicaba el área costera
con el altiplano central; se halla emplazado en lomeríos graníticos y con una
extensión de aproximadamente 80 hectáreas. Su área cívico-ceremonial posee una
extensión de 12 hectáreas, donde se hallan 11 estructuras mayores entre las que
destaca un juego de pelota alineado Norte-Sur y con cabezal cerrado en forma de
“I”, y una gran estructura denominada El
palacio, con cerca de 80 metros de lado y sobre la cual se hallan diferentes
unidades arquitectónicas secundarias como patios y basamentos.
Sobresale también la estructura E1(La
encinera), consistente en un agudo lomerío natural, que fue convertido en
estructura piramidal, al ser nivelado en la parte superior para disponer una
masiva plataforma y el basamento de un templo, a la vez que se adosaba a este
pequeño cerro una escalinata de acceso para ingresar a la cúspide.
|
Calzada de la lluvia |
La escalinata es en realidad parte de una calzada prehispánica que permitía
ascender a La encinera, que seguramente
figuraba como el cerro sagrado de Tehuacalco; de hecho, en la base de La encinera, como parte de la calzada se
hallan dos pequeños basamentos con una función ritual.
Templo principal
|
Templo principal |
El basamento
en la parte superior de la estructura E1 se denomina Templo principal el lugar más sagrado de Tehuacalco. Del templo
solo queda el basamento, sobre el cual había una construcción de gruesos muros
de adobe para alojar a la divinidad posee cuatro etapas constructivas, lo que
denota su amplio uso ritual a través del tiempo. Quizá se realizaron
sacrificios humanos en este lugar debido a que frente a las escalinatas fue
localizada una piedra de sacrificios. Ahí se pueden observar aún los remanentes
de las antiguas nociones religiosas de Tehuacalco, tratándose de un lugar donde
se realizaban rituales vinculados a la propiciación acuática y al sol,
incluyendo los conocimientos del tiempo y su registro, como lo demuestra el
hallazgo de un símbolo de Venus, planeta asociado a la guerra y las cuentas
largas de 52 años.
|
Templo Principal y cerro de la Compuerta |
La proyección del Templo Principal se
realiza hacia el Cerro de la Compuerta,
lo cual demuestra el gran valor que poseían para los habitantes de Tehuacalco
los rituales a los cerros, considerados como sagrados, vinculados además al
culto del agua. En el caso del Cerro de la Compuerta, se convierte en el
marcador principal de equinoccio: están orientadas varias estructuras de
Tehuacalco hacia esa topoforma, representando un claro culto solar.
Juego de pelota
|
Juego de pelota |
El Juego de
Pelota era una estructura que se asocia a ceremonias y rituales que
presentaban la lucha cósmica entre fuerzas contrarias del universo:
luz-oscuridad, calor-frío, fuego-agua, etcétera, las cuales se complementan
mutuamente. También posee una relación solar, al vincularse con el tránsito del
Sol por el firmamento. En el caso del Juego de Pelota, éste se encuentra
alineado en sentido Norte- Sur hacia el lugar más sagrado de Tehuacalco, el
Templo Principal , santuario dedicado a la lluvia, a diferencia de otras
canchas de Mesoamérica que están orientadas según el transito del sol,
Este-Oeste y mide 37.80 metros de largo.
|
Petrograbados en el Juego de pelota |
En los
taludes de esta cancha de juego de pelota se encontraron petrograbados con
motivos que reiteran el culto acuático y de fertilidad. Las imágenes
representan flores, gotas de lluvia y espirales que simbolizan manantiales de
agua. Sobresale la presencia del Dios de la lluvia y de una deidad de la
tierra, la cual esta ubicada justo en la línea donde se marca la luz del
atardecer en el horizonte y cuya boca abierta simula el momento en que el Sol
es devorado por la tierra.
El palacio
|
El Palacio |
El
gobernante regía dentro del centro cívico ceremonial desde su propio espacio,
en unidades arquitectónicas palaciegas que servían también de aposentos.
Se
observan varios edificios rodeando los patios hundidos que fueron destinados a
espacios administrativos, de almacenaje y de audiencia. En el mismo lugar había
salas donde se reunían consejeros y personas con cargos de importancia para
resolver asuntos del señorío.
Además
al estar vinculado el gobernante con la religión, encontramos que la unidad
palaciega posee su propio templo denominado el Templo Corona, donde se le rendía culto al dios patrono de la clase
en el poder y el cual tiene el mejor
acabado constructivo de todo el sitio arqueológico. En la base de la escalinata se ubica una
piedra de sacrificio. La arquitectura palaciega incluía un detallado acomodo de
piedra y pisos enlajados, únicos en este asentamiento prehispánico. Este Patio
empedrado daba acceso a salas y viviendas del gobernante.
Los
patios superiores fueron usados como espacios sacerdotales durante el apogeo de Tehuacalco, en la decadencia y
siglos después, existió un altar para el culto a los cerros sagrados.
|
Templo Corona |
En
los dos cuerpos piramidales de El Palacio
se puede apreciar la gran cantidad de mano de obra y materiales que fueron
empleados para levantar la edificación. Al igual que en las demás estructuras
de Tehuacalco, los muros fueron hechos con granito y rellenados con arcilla
roja para conformar el volumen de los basamentos. Muchas de las piedras fueron
seleccionadas de acuerdo con su forma natural, mientras que otras fueron
quebradas y en menor cantidad se usó el desgaste para dar una cara lisa a los
grandes bloques. El Basamento de El
Palacio al tener una sola escalinata, cumplía dos funciones; controlar el
acceso y ser un punto de defensa en caso de ataques.
Conjunto Solar
Las
dos estructuras que limitan la plaza principal llamada conjunto Solar, fueron
consagradas al fuego.
|
Marcador solar |
El
calculo del tiempo en la época prehispánica se hacia mediante la observación
del movimiento de los astros, lo que permitía conocer la duración del año, sus
épocas y estaciones con mucha precisión, para determinar las actividades
productivas como la agricultura y la celebración de rituales.
La
importancia de la medición del tiempo se manifestaba por la disposición de
marcas en torno a las líneas visuales del movimiento solar y por la edificación
de templos, ya que la observación del movimiento de los astros se hacia desde
puntos fijos, como la estela lisa en el centro de este conjunto, pudiéndose
alinear la mirada en relación con los cerros al fondo, para conocer y registrar
las posiciones del Sol al amanecer a lo largo del año.
|
Templo rojo |
El templo rojo
El
templo rojo fue consagrado al Sol durante el amanecer, hecho considerado como
el renacimiento del dios solar todos los días.
|
Estructura Anona o E2 |
Estructura anona o
E2
Fue una de
las últimas estructuras conformadas y modificadas durante el apogeo de
Tehuacalco. En la parte superior de esta estructura se hallan restos de cuartos
de templos, los cuales poseían un pequeño altar para el culto solar.
La Gran plaza
|
La Gran plaza |
La gran plaza de Tehuacalco era un importante
escenario ritual y de concurrencia para sus habitantes. Es un espacio llano
rodeado de edificios y era donde se desarrollaban la circulación y concurrencia
entre las diferentes unidades arquitectónicas que formaban el núcleo del
asentamiento. Además de los edificios, existían altares, escalinatas,
desniveles, banquetas y estelas.
La
plaza también era un importante escenario de representación ritual, en la que
se realizaban danzas y procesiones.
En
la mayor parte del sitio arqueológico fueron dispuestas las estructuras de
acuerdo con el relieve, utilizando los promontorios naturales y los desniveles
existentes para armonizar la construcción de sus edificios con las piedras y
elevaciones naturales.
Templos del espejo
de agua
|
Templo del espejo de agua |
La
estructura de los Templos del espejo de
agua cierra por el norte la gran plaza de Tehuacalco. Consiste en un
basamento con templos en su parte superior y en su parte frontal, en donde fue
construido un pequeño patio hundido en el que se llevaban a cabo ceremonias con
copal y sahumadores.
|
Templo del espejo de agua |
Justo
al borde de esta estructura se hallaba un humedal que en tiempos prehispánicos
tuvo 1.5 metros de profundidad, generando en tiempos de lluvia un depósito de
agua a manera de pequeña laguna. Esta se llenaba con el agua que escurría del
sitio y la que manaba en abundancia desde el desplante de las estructuras, al
haber aquí un manantial intermitente.
Se
formaba así un espejo de agua, recreando un ambiente acuático junto con otro
humedal localizado al centro de la Gran plaza.
Con ello, los habitantes prehispánicos del lugar quisieron reiterar el sentido
de Tehuacalco como centro ceremonial donde se rendía culto al agua.
El pedregal
|
Templo verde |
El pedregal es una estructura ubicada a un costado de El palacio en este
elemento, se evidencia arquitectónicamente el detrimento de Tehuacalco. Se
observan estructuras que poseen tres épocas de ocupación. La primera época pertenece
a la edificación y uso durante el apogeo de Tehuacalco, tiempo en que fue
engrandecido el basamento del templo para formar varias etapas constructivas.
|
Estela en el pedregal |
En
una segunda época, posterior al abandono casi total de Tehuacalco, muchas
estructuras se deterioraron, colapsándose los muros. Por ello los habitantes
que seguían poblando este lugar, sin tener los medios necesarios para construir
nuevamente los basamentos, resanaron los muros colocando únicamente piedras
alineadas.
La
tercera época, representa el uso habitacional que tuvo la estructura ya en
tiempos modernos, a principios del siglo pasado, donde los habitantes
construyeron bardas o tecorrales, aprovechando los muros prehispánicos como
desplantes.
Esto
demuestra el cambio en función de un espacio arquitectónico, desde su
generación como espacio sagrado, hasta su reutilización reciente como lugar
domestico.
Conjunto habitacional
|
Plataforma del Conjunto habitacional |
La
Plataforma W consistente en unidades
habitacionales con patios internos y sistemas de drenaje. Por las
características de los vestigios hallados aquí, y por la ubicación colindante
con la plaza principal del asentamiento prehispánico, es de suponer que en
estas unidades habitacionales vivían personas de alto rango o de posición
privilegiada en el sistema social en Tehuacalco. Estas habitaciones estaban
hechas de piedra, a diferencia de las casas de la gente común que se construían
de bajareque (carrizo cubierto de barro) y pisos de tierra.
|
Desagüe en Conjunto habitacional |
Los espacios habitacionales
tenían su propio patio, donde se llevaban a cabo actividades cotidianas como
hilar, jugar, comer y reunirse con sus familiares. Para evitar que estos
lugares se inundaran contaban con un sistema de desagüe que servía también para
la captación de agua de lluvia.
Las cuevas de
Tehuacalco
En
las sociedades prehispánicas, las cuevas permitían llegar a las entrañas de los
cerros donde los dioses de los mantenimientos y de la lluvia escondieron las
semillas necesarias para el cutivo y la subsistencia, además de ser reflejo del
inframundo.
Para
los habitantes de Tehuacalco, la presencia de estos espacios en las laderas de
los cerros, les permitió reforzar la actividad ritual en honor a esos dioses,
destaca el Cerro La compuerta, donde
se encontraron ofrendas en más de 50 cuevas.
|
Vestigios encontrados en cuevas |
Entre
los materiales ofrendados se hallaban fragmentos de obsidiana y pedernal,
hachas de piedra verde, cuentas de cerámica, conchas marinas y vasijas votivas
y algunas ollas rotas intencionalmente para ofrendarlas a la tierra o
representar el momento en que los dioses rompían sus cantaros para descargar el
agua de las nubes, que alude a rituales relacionados con la propiciación de la
lluvia.
La
presencia de braseros y fragmentos de sahumadores en algunas cuevas nos indican
que las vasijas y demás elementos de ofrenda eran acompañados de ceremonias que
incluían la quema de copal para purificar el espacio ritual, esto marcaba el
inicio de muchas actividades religiosas.
Los
hallazgos más sobresalientes en estas cuevas incluyen piezas muy tempranas del
Complejo Capacha (1450 años aC.), así como materiales contemporáneos al
desarrollo y auge de Tehuacalco, además de cerámica muy tardía como sahumadores
aztecas. Esto representa casi 3000 años de uso de las cuevas, incluso antes de
la existencia de Tehuacalco y después de su apogeo.
Respecto
a su procedencia se halla alfarería local y artefactos elaborados con materias
primas foráneas, como el pedernal, la obsidiana y conchas marinas.
Petrograbados en
Tehuacalco
|
Petrograbados |
La
piedra fue un material ideal para plasmar motivos vinculados con ideas,
registros o rituales, entre otras actividades. Las técnicas de tallado,
labrado, desgaste y picoteado fueron usadas para realizar petrograbados, los
cuales forman parte de las manifestaciones rupestres; se caracterizan por ser
materiales arqueológicos fijos en afloramientos rocosos o en paredes de cuevas.
|
Piedra de los pies pintados |
En
Tehuacalco encontramos este tipo de manifestaciones en los afloramientos de
granito, la mayoría de ellas utilitarias como los desgastes ovales, pozas
llamadas tehuacallis aislados y en
conjuntos de siete o 12 por bloque, y que se asociaban a ceremonias de
propiciación acuática al representarse los contenedores de agua en las rocas,
que igualmente podían ser usados como espejos de agua para observar con
precisión el paso de las estrellas en el firmamento.
También
encontramos figuras antropomorfas como las huellas de pies humanos y motivos
astronómicos relacionados con la medición del tiempo como las cuentas
circulares, para registrar acontecimientos celestes.
El abandono de
Tehuacalco
|
Ritual de Equinoccio de primavera |
Por
el año de 1350 comenzaron las pugnas entre diversas etnias y grupos de la
región. El entorno hostil provoco un cambio en la ubicación de la mayoría de
los poblados, quienes se desplazaron hacia áreas poco accesibles, construyeron
asentamientos en posiciones estratégicas y con arquitectura defensiva. Como
parte de esas migraciones, Tehuacalco sue abandonado casi en su totalidad,
quedando un grupo reducido de habitantes en áreas del centro ceremonial, los
que continuaron con la actividad ritual.
|
Ofrendas |
En
1440, los mexicas iniciaron sus primeras campañas de conquista para recuperar
la costa de Guerrero, la cual ya había sido conquistada unos años antes por
Texcoco. Al mismo tiempo, los Tarascos comenzaron a extender su dominio con un
avance de continua lucha contra las provincias tributarias de los mexicas,
desde Tierra Caliente hasta la Costa Grande.
Este
proceso de expansión genero cambios muy importantes en la vida de los grupos
locales, quienes fueron sometidos y obligados a servir y tributar a los que
conquistaban su territorio y debido a esto, algunos pueblos que se resistieron
fueron diezmados.
Durante
el tiempo de las conquistas de los Estados expansionistas, Tehuacalco
pertenecía ya al señorio del Yopitzingo.
En este sitio las maravillas naturales se suceden casi voluptousamente sin dejar espacio al aburrimiento. En la zona arqueológica te puedes encontrar con diversas especies de flora y fauna, que harán de tu estancia una aventura innolvidable.
¡VISITA TEHUACALCO Y DESCUBRE NUESTRA HISTORIA!